On a Big Jet Plane

Este Sábado comenzó como cualquier otro de los últimos tres años. Justo cuando terminé de pensar las palabras "tres años", vino a mi cabeza la autocrítica: ¡Puta madre! ¿cómo carajo, ha pasado tanto tiempo?

Resulta que en el primer trimestre del 2009, terminé mi relación laboral con cierta empresa en la que trabaje por 5 años. Justo antes de ese punto, había terminado una relación de noviazgo de poco más de 2 años. Decirlo tan brevemente suena fácil, cuando la verdad es más compleja, tanto que estos 3 últimos años sólo he tenido una relación sentimental, que comenzó como no debió suceder y terminó como tenía que ser: rápidamente y sin rodeos.

En cuestiones amorosas, creo que las relaciones interpersonales a mi edad son de dos tipos: 1)Las que son "para coger", y 2)Las que son "para hacer el amor"; obviamente la segunda opción siempre resulta más complicada, y por lo general llega de manera fortuita y sin darte cuenta. 

Con relaciones para coger, me refiero a aquellas de las que no esperas que maduren, intentas ser claro y práctico, el objetivo es pasar el tiempo y tener actividades en común con una chica y el compromiso a largo tiempo está fuera de contexto, para ambas partes. La verdad es que en estos últimos años, no he sentido la necesidad de involucrarme así con alguien, fenómeno que no me explico del todo, y de cierta forma me siento afortunado de no necesitarlo.

Con relaciones para hacer el amor, me refiero al "enamoramiento" a la cosa bonita, a las cosquillas en el estómago que no tienen que ver con infecciones intestinales, la cursilería y el cortejo caballeresco, a ese tipo de situaciones ridículas que te provocan placer, como abrir la puerta para que tu "querida" baje del automóvil, las estúpidas llamadas por teléfono que pueden durar horas, a aquellas cosas que hacen que el saldo de tu teléfono móvil rinda menos que antes y cosas por el estilo, en resumen, esas relaciones en las que das todo y esperas todo, con el terrible miedo de que al final no haya nada de nada. Esta necesidad tampoco ha tenido mayor efecto en mi estos últimos años y no me había inquietado, por lo menos hasta el día de hoy. No encuentro una razón específica, no tengo rencores con ninguna chica, ni conmigo. Quizá la explicación más acertada que tengo sobre el tema es que soy "muy pinche mamón", muy exigente y muy estúpido, una combinación de estos defectos y varios más.

El hecho es que hoy despertó en mi la cosquilla, la inquietud de ¿cómo sería volver a socializar?, ¿cómo sería encontrar a la persona a la que desees hacer el amor todos los días? aquella que te inspire a hacerla feliz con tu compañía. Creo que está cabrón encontrarla, pero al mismo tiempo creo que está más cabrón seguir viviendo sin ella. 

Hoy mientras paseaba por el parque con mi hija y jugábamos con mi perro, me sentí incompleto. Esta noche me declaro incompatible con la soltería y aunque no sé por dónde empezar, sé dónde quiero acabar: On a Big Jet Plane.